viernes, 22 de marzo de 2013


¿Hasta cuando la violencia en el fútbol?


¿Hasta cuando, nosotros como sociedad, tendremos que soportar esto?.

El fútbol de nuestro país esta manchado de muertes impunes, dentro y fuera de las canchas.
271 victimas son las que componen la lista negra del fútbol  de las cuales ni un cuarto, tienen culpables tras las rejas.
En un país donde el fútbol es el mayor fenómeno de masas, una escalada de violencia como la que hoy padecemos se convierte en una problemática tan grave que amenaza con derrumbar instituciones y formas de convivencia social y ciudadana que, aún con los desfases actuales, han costado décadas construir.
En gran medida, hay violencia en las canchas porque la sociedad es violenta. Las agresiones físicas y verbales tanto en el césped como en el cemento de la tribuna, el racismo, el antisemitismo y la xenofobia, el patoterismo y el patriarcado dirigencial, etc., son deformaciones socioculturales que se reproducen en los espectáculos futbolísticos.

El círculo vicioso se completa con la violencia simbólica, de la cual los periodistas también somos parte. “Dejar la vida en cada pelota” o “La guerra de las hinchadas” pasando por “hay que jugar a muerte”, son algunas de las frases más extendidas y que reproducen una cultura exitista haciendo del deporte una cuestión de vida o muerte.
¿Cómo frenar la barbarie en las canchas? ¿Cómo salvar al fútbol, al -quizás- más apasionante de los deportes? ¿Cómo rescatar la magia del potrero, la misteriosa estética del amague y la gambeta, el sueño del pibe?
Es necesario aplicar el sentido común para programar soluciones duraderas, posibles y suficientes. Renovar la cúpula dirigencial de AFA, campañas de concientización contra la violencia en las escuelas y aplicación de controles estrictos. Hay que sacar a los violentos de las canchas, y que la Justicia se encargue de imponerles las sanciones que correspondan.
Pero como en este país nos cuesta tanto el sentido común, siempre por detrás de los millonarios intereses en juego, lamentablemente no se vislumbran soluciones satisfactorias en el corto plazo. 
Todos los fines de semana, hay algún episodio de violencia en alguna cancha de nuestro país.
Los barras son encubiertos, por dirigentes, por políticos y por el estado también  Sino como se entiende, que personas con antecedentes penales y causas abiertas, pudieron viajar el ultimo mundial de Sudáfrica con la famosa ONG "Hinchadas Unidas Argentinas" patrocinada por el estado nacional.
Esperemos que esa coherencia vuelva transformada en medidas concretas, y que con esta vuelva la sana pasión por la pelota, el bendito jubileo del gol y, con ellos, la felicidad de compartir desde las diferencias.



Noelia Fadil

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